El lloriqueo es una forma común de comunicación en los perros, pero cuando se vuelve excesivo, sobre todo cuando lloriquean para llamar la atención, puede ser frustrante para los dueños. Comprender por qué tu perro lloriquea para llamar la atención es el primer paso para abordar este comportamiento. Muchos factores contribuyen a este comportamiento, como el aburrimiento, la ansiedad o un comportamiento aprendido.
Entendiendo por qué se queja tu perro
Los perros lloriquean por diversas razones, e identificar la causa raíz es crucial para un entrenamiento eficaz. Es importante distinguir entre los lloriqueos que buscan atención y los causados por dolor o incomodidad. Considere estas posibilidades:
- Búsqueda de atención: el perro ha aprendido que lloriquear da como resultado atención, como caricias, golosinas o interacción verbal.
- Aburrimiento o soledad: La falta de ejercicio físico o estimulación mental puede provocar lloriqueos.
- Ansiedad o miedo: lloriquear puede ser un signo de ansiedad, especialmente durante tormentas eléctricas o cuando te quedas solo.
- Problemas médicos: A veces, el lloriqueo indica dolor o malestar; consulte a un veterinario para descartar causas médicas.
Estrategias efectivas para detener el lloriqueo que busca llamar la atención
Una vez que hayas determinado que tu perro lloriquea para llamar la atención, puedes implementar varias estrategias para modificar el comportamiento. La constancia y la paciencia son clave para el éxito. Estas estrategias te ayudarán a controlar y reducir el lloriqueo.
1. Ignora las quejas
El primer paso más efectivo es ignorar por completo el lloriqueo. Cualquier atención, incluso negativa como un regaño, puede reforzar el comportamiento. Aléjate, evita el contacto visual y no le hables a tu perro hasta que deje de lloriquear.
Espera una pausa en el lloriqueo, aunque sea breve, y luego elógialo o dale un premio inmediatamente. Esto le enseña a tu perro que el comportamiento tranquilo se recompensa.
2. Proporcionar mucho ejercicio y estimulación mental
Un perro cansado es menos propenso a quejarse por aburrimiento. Asegúrese de que su perro haga suficiente ejercicio físico y estimulación mental a diario.
- Caminatas diarias: Las caminatas regulares ayudan a quemar energía y proporcionan enriquecimiento mental.
- Juguetes interactivos: Los juguetes de rompecabezas y los juguetes que dispensan golosinas mantienen a tu perro mentalmente ocupado.
- Sesiones de entrenamiento: Las sesiones de entrenamiento cortas le enseñan a su perro nuevos comandos y le proporcionan estimulación mental.
- Tiempo de juego: Participe en juegos interactivos, como buscar o tirar de la cuerda, para crear un vínculo con su perro y gastar energía.
3. Enseñar comportamientos alternativos
Entrena a tu perro para que realice un comportamiento alternativo, como sentarse o acostarse, cuando necesite atención. Esto redirige su atención y le proporciona una forma más aceptable de interactuar contigo.
Recompense el comportamiento alternativo con elogios y premios. Esto refuerza el comportamiento deseado y aumenta la probabilidad de que se repita en el futuro.
4. Utilice tiempos de espera
Si ignorar los lloriqueos no funciona, considere usar tiempos de espera. Cuando su perro empiece a lloriquear para llamar la atención, llévelo con calma a una zona designada para tiempos de espera, como una jaula o una habitación tranquila.
El tiempo fuera debe ser breve, normalmente de 1 a 2 minutos. Después, suelte a su perro e ignórelo. Si vuelve a lloriquear, repita el tiempo fuera.
5. La consistencia es clave
Todos en casa deben ser coherentes al responder a los lloriqueos. Si una persona cede y presta atención, refuerza el comportamiento y lo hace más difícil de eliminar.
Comuníquese con sus familiares o compañeros de casa sobre el plan de entrenamiento y asegúrese de que todos sigan las mismas pautas. La constancia es fundamental para el éxito.
6. Descartar problemas médicos
Antes de asumir que el lloriqueo solo busca atención, descarte cualquier problema médico subyacente. Lleve a su perro al veterinario para una revisión y asegúrese de que no haya problemas de salud que lo provoquen.
El dolor, la incomodidad o la enfermedad pueden provocar que un perro lloriquee. Abordar cualquier problema médico ayudará a eliminar las posibles causas del comportamiento.
7. Desensibilización gradual
Si el lloriqueo está relacionado con la ansiedad o el miedo, la desensibilización gradual puede ser útil. Exponga a su perro al estímulo a baja intensidad y aumente gradualmente la intensidad a medida que se sienta más cómodo.
Por ejemplo, si su perro lloriquea durante las tormentas, empiece por reproducir sonidos de tormenta a bajo volumen mientras le da premios y elogios. Aumente el volumen gradualmente a medida que su perro se relaje.
8. Considere ayuda profesional
Si tiene dificultades para controlar el lloriqueo de su perro por su cuenta, considere buscar ayuda profesional de un adiestrador o especialista en comportamiento canino certificado. Ellos podrán evaluar el comportamiento de su perro y desarrollar un plan de entrenamiento personalizado.
Un profesional también puede identificar cualquier problema subyacente que contribuya a las quejas y brindar orientación sobre cómo abordarlos de manera eficaz.
9. Recompense el comportamiento tranquilo
Recompense activamente a su perro cuando esté tranquilo y calmado. Esto refuerza el comportamiento deseado y aumenta la probabilidad de que se repita en el futuro.
Elógialo, dale premios o atención cuando esté relajado y no lloriquee. Esto le ayuda a asociar el comportamiento tranquilo con el refuerzo positivo.